Publicado en Life style, Proyectos

#7díasandando El post definitivo

#7díasandando

48 kilómetros   58.000 pasos   11:30 horas

4 cambios de ropa/zapatos diarios   2 días con agujetas

Anteriormente, en #7díasandando…

Mi propósito de año nuevo para este 2015 era llenar el año de retos. O, mejor dicho, micro-retos. Incorporar habilidades o rectificar malos hábitos. Como sin salud el resto de facetas de la vida se complica, comencé por decir adiós a la vida sedentaria. Yo, adicta al transporte público, y a cualquier avance tecnológico que me ayude a desplazarme sin esfuerzo, iba a renunciar durante 7 días a todo eso e iría únicamente andando a cualquier parte.

Como ya conté en el anterior post, en el que os detallé la experiencia del primer día, antes de comenzar me odié por la decisión tomada. Vivo a unos 5 kilómetros de workINcompany, en pleno centro de Sevilla. En todo momento contemplé la posibilidad de rendirme y cancelar el reto en alguno de los trayectos simplemente para ir o volver del trabajo. Pero no pasó. Teniendo en cuenta que la última actividad física estable que realicé fueron las clases de gimnasia del instituto… al final de la semana (spoiler) me sentí bastante orgullosa de mí misma.

Motivación

«Puedo llegar a cualquier parte que me proponga», sin necesitar nada más que motivación y mis pies. Ese pensamiento positivo es el mayor patrimonio que me llevo de este reto, lo he incorporado a mi actividad diaria personal y profesional. La velocidad a la que andamos permite que veamos el mundo que nos rodea con más detalle, que observemos escenas cotidianas que pasan desapercibidas a ojos de la mayoría. Cruzar tu mirada con otro ser humano y, sobretodo, una sonrisa es la mejor dosis de energía que existe. Además, mientras andas no puedes (al menos no es fácil) ir mirando el teléfono, la tablet o el ordenador. Te ves «obligado» a conectar con el mundo que te rodea y, como mucho, ponerle banda sonora. ¿No os encanta ponerle banda sonora a las cosas?.

Planificar y priorizar

A priori pensé que tardaría mucho más en llegar a los sitios, pero apenas noté la diferencia. De casa a la puerta coworking tardo alrededor de una hora en autobús y unos 40-45 minutos en metro. Andando tardo siempre 55 minutos. Peeeeero, como yo eso no lo sabía antes del reto, planifiqué mi semana al detalle. Prioricé los eventos y las reuniones organizándome itinerarios que me evitaran desplazamientos innecesarios. Incluso distribuí las tareas de manera que el miércoles pudiera trabajar desde casa y así descansar las piernas. Eso aumentó mi productividad esa semana, no tenía que pensar en cada momento con qué tarea ponerme o qué venía después. Sabía a qué hora debía irme, así que no podía andarme por las ramas escribiendo tal post o documentándome con cual cosa. En este aspecto, un dato curioso: tengo tendencia a llegar hasta 15 minutos tarde de la hora que me propongo, por eso las programo en la agenda con 15 minutos de antelación. Pues bien, cuando voy andando a un sitio suelo llegar con anticipación. ¡Organizarse mola, amigos!.

¡Focaliza, Marta, focaliza!

Puedo llegar a ser muy caótica. A algunas tareas que deberían ser rutinarias dedico un tiempo excesivo probando nuevas maneras de hacerlo, nuevas herramientas, tendencias… Cuando necesitas estar segura de que la ruta que escoges para ir a un sitio es la más corta mientras andas ¡ya te digo si focalizas!. Conseguí testear hasta tres aplicaciones en tiempo real antes de decidir una ruta en base a los mejores resultados. La conclusión es que poder, se puede, pero que si no vemos la presión de la fecha de entrega de una tarea podemos irnos demasiado por las ramas. Concretar, enfocarse a objetivos. Es la clave.

Tu cuerpo es más listo que tú

O, al menos, el mío lo es. Los niveles de hambre, ansiedad, cansancio y estrés bajaron drásticamente durante los días en los que anduve una hora al día o más. Notaba el cuerpo más ligero, despierto. Un momento clave del proceso fue la primera mañana. Llegué al trabajo con las pilas cargadas, una sonrisa en los labios y activa. Pero por el camino me cruzaba con personas deambulando cabizbajas, tristes y medio dormidas. Confieso que desde que finalizó el reto he andado menos de lo que me gustaría, pero cuando lo hago es por conseguir estas sensaciones de las que hablo.

Publicado en Proyectos, Radio

#7DíasAndando. Día 1

2

 

Después de un fin de semana en el que me odié y me insulté gravemente por aceptar este reto llegó el momento de empezar a andar. Pero antes…

¿Por qué #7díasandando?

Al inicio del año todos, o casi todos, nos proponemos mejorar nuestra salud a través de incorporar a la rutina hábitos más saludables. Y creo que el hecho de plantear esos retos en abstracto «voy a apuntarme al gimnasio, voy a andar más» es lo que los condena al fracaso. En cambio si te planteas aumentar tu actividad física 7 días tendrá que ser intenso porque «solamente» son 7 días. Será motivador, porque en poco tiempo lo cumplirás. Pero, sin darte cuenta, aprenderás más de lo que esperabas sobre tí mismo, tu entorno y tu salud. Este era mi planteamiento de origen cuando pensé que sería buena idea comenzar el año de retos andando.

¿Cómo ha ido el primer día?

Lunes, 7 de la mañana. Me levanto maldiciéndome a mí misma y cojo el enorme tupper con comida para 4 días que he preparado… Así no tengo que cargar con comida cada día. Me preparo, desayuno, salgo de casa y simplemente me pongo andar. Los primeros quince minutos era un poco la novedad, «anda, estoy andando y paso de largo las paradas habituales de autobús y metro». «Anda, pues si que he avanzado un buen trecho». Hasta ese momento trataba de convencerme de que, bueno, si veía que llegaba tarde al trabajo cogía un autobús y no pasaba nada… lo había intentado.

A medida que avanzaba, sin embargo, me iba sintiendo más orgullosa. También iba entrando rápidamente en calor, aunque me daba cierta vergüenza quitarme el abrigo cuando estaba rodeada de gorros, bufandas, guantes y personas somnolientas que lucían todas esas prendas con cara de sueño. Pese a ir andando sin descanso, el mundo pasaba por delante mía muy lento. Podía observar cada detalle, cada gesto de cada persona con la que me cruzaba (que, en Eduardo Dato y a esas horas tampoco eran muchísimas). Me acompañaba al otro lado de las ondas Pepa Bueno en Hoy por Hoy y para cuando entrevistó a Rajoy ya me sentía muy cerca de mi objetivo. Iba imaginándome al presidente metido en una tele de plasma mientras contestaba a la periodista. En fin…


Cuando llegué a workINcompany observé cómo tenía pintada una sonrisa de oreja a oreja mientras a mi alrededor lo que veía eran caritas tristes, de sueño y de frío. Pegué un par de saltos y estuve lo menos una hora bastante hiperactiva. ¿Quién me lo iba a decir?

Cosas que he aprendido:

– A partir de los 30 minutos dejas de sentirte las piernas, sobretodo si adoptas una postura corporal correcta.

Google Maps clava la estimación de tiempos de llegada incluso andando. Tengo la teoría de que calcula ese dato por mi velocidad media porque ando bastante lento.

– Andar elimina drásticamente la ansiedad y el estrés, además de ayudar a la concentración. Al menos a mí. Es como si dieras salida a una energía que normalmente te quedas dentro y no te deja hacer gran cosa.

– En distancias largas intenta no hacer descansos y si los haces, dos cosas: que sean prolongados y no vayas con prisas.

– La vuelta no siempre es peor que la ida.


Y es que, para terminar, os diré que de vuelta tuve que recorrer más de 6 kilómetros y me permití el lujo de ir paseando. La experiencia me encantó, sobretodo porque me acompañaba el podcast de la retransmisión de los Globos de Oro que hicieron en La Script… No, Cadena Ser no patrocina este post aunque lo parezca.

Para hoy necesito más cosas qué escuchar y que me amenicen el segundo de los #7díasandando. Así que me vendrían bien recomendaciones de podcasts o programas de radio convencionales. Y es que otra de las cosas que me está aportando esta experiencia es que he aumentado sensiblemente la radio que escucho a diario.

¿Te quieres unir a mi reto? ¿Me acompañas en mi camino? Mañana pasaré por varios puntos de la ciudad, si estás cerca de Gran Plaza, Nervión Plaza o la Avenida de la Buhaira… Podemos caminar juntos 😉 O elige tu propio camino y cuéntalo con el hashtag #7díasandando 😛

Publicado en Life style, Proyectos

Bienvenido 2015, un año lleno de retos

7días 2015

¡FELIZ AÑO NUEVO!

Todos hacemos balance del año llegado este momento, aunque sea sin darnos cuenta. Qué cosas nos han ido bien, qué cosas hemos perdido y ganado, qué errores hemos cometido pero repetiríamos y cuáles no… De esas reflexiones, algunos, sacamos una lista de propósitos para el año entrante. Normalmente con la intención de incumplirlos y poder sentirnos luego fatal con nosotros mismos. ¿Por qué somos tan aficionados al drama interno? ¿Qué clase de mundo tendríamos si tratáramos a los demás como nos tratamos física y psíquicamente a nosotros? Ni los Juegos del Hambre, creo yo.

Mi principal propósito para 2015 es ser SOSTENIBLE. Esa ha sido sin duda la palabra del año que cerramos, la más escuchada y que más he investigado. Parte del legado de mis maestros de coaching. El caso es que ser sostenible es más difícil de lo que parece al leerlo. Para que algo sea sostenible debe existir un equilibrio: Peso y altura, ingresos y gastos, seguidores y seguidos… En cada par uno de esos dos factores debe estar controlado para que una situación se pueda mantener en el tiempo. Los gastos controlados sobre los ingresos hacen sostenible un hogar, etcétera…

Pues bien, como me divertí muchísimo con el reto «7 días sin hablar», y me sirvió para mejorar un montón de habilidades, me ha parecido interesante llenar 2015 de retos de 7 días que me sirvan para experimentar situaciones nuevas, compartirlas en este blog y, a lo mejor, acercarme a mi objetivo de sostenibilidad en diferentes aspectos vitales.

Os presento los primeros retos del año, así como regalo de año nuevo 😛 Cuál será el primero y la fecha de inicio está aún en el aire, va a depender de varios factores. Espero poder hacer un par de retos al mes, así que a lo largo de esta semana iré ampliando información.

¿Te unes a mis retos? Si quieres hacer conmigo alguno de los #7días, ¡estás más que invitado a ello!. Pero, anda, cuéntalo en redes sociales con el hashtag #7días + el nombre del reto y así yo también podré seguir tus progresos, ¿no? Cuantos más seamos, más divertido.

4

2

3

Publicado en Life style, Proyectos

30 días saludables

30

Hacer el reto #7díassinhablar me aportó tanto que llevaba tiempo dándole a la cabeza para inventarme otro reto. Era complicado porque quería que, lo mismo que el primero, tuviera un objetivo, un «para qué». Las piezas comenzaron a cuadrar cuando Jaime Aranda me descubrió una aplicación para iPhone llamada «Way of life«.

wayoflife

Es tan sencilla como que estableces unos items y cada día tienes que marcar si los has hecho o no. Si hacerlo era negativo para tí (como comer dulces) te pondrán un punto rojo y si era negativo pero no lo has hecho o has hecho algo positivo te ponen uno verde. En la versión de pago (creo que no llega a los 3€) no tienes límite de items a medir y tienes unas gráficas por cada item y globales. A mí me ha cambiado la vida, he adquirido hábitos nada más que por la cabezonería de querer el puntito verde. El caso es que he ido observando cómo algunos hábitos de los más saludables no los suelo realizar casi nunca y anoche pensé ¿y si los aglutino en un reto? Dicho y hecho.

¿Para qué?

Seguir hábitos saludables durante 30 días mal no me puede hacer. En el ámbito estrictamente profesional creo que me ayudará a aumentar mi productividad. He recopilado testimonios de personas con una alta capacidad de trabajo y para casi todas es fundamental lo que desayunan y el ejercicio físico. Para otras la meditación o dar largos paseos… Por experiencias anteriores (que no se han mantenido en el tiempo) me doy cuenta que sentirse ligero por dentro mejora hasta tu estado de ánimo. Lo que no he hecho nunca es combinar esa experiencia con ejercicio regular y meditación. Creo que será la receta perfecta contra el estrés y los bloqueos creativos.

Otra habilidad que voy a desarrollar es la de seguir instrucciones dadas. Me cuesta mucho trabajo hasta para hacer una receta seguirla al pie de la letra y, si bien ser transgresor puede estar bien, para trabajar en equipo es necesario a veces ser estricto. Por último, lo de la actitud positiva creo que va a ser lo más complicado. Una de las cosas que aprendí trabajando diez años en telemarketing es que la sonrisa telefónica es el arma más poderosa de un agente telefónico. Se trata de hablarle al cliente con una amplia sonrisa en los labios. Aunque no la pueda ver, esto afecta a nuestra entonación, ritmo, etcétera. Desarrollé la habilidad de hablar en esa postura durante ocho horas al día pero entrenar mi mente para que realmente esté positiva tanto tiempo… me parece difícil, ¿podríais vosotros?.

¿Cómo se desarrolla el reto? 

He comenzado hoy 15 de septiembre así que terminaré el 15 de octubre. A través del hashtag #30díassanos iré contando mi día a día y os animo a que si os unís al reto también lo hagáis. Este debería ser un reto en el que cada vez seamos más, porque así seguro que conseguimos llegar más lejos.

Publicaré todas las semanas captura de pantalla de la aplicación wayoflife para que podáis constatar que voy cumpliendo diariamente cada uno de los cinco apartados. Intentaré fotografiarme haciendo algunos de ellos e ir contando mis progresos. Otra gran aliada será la aplicación Moves, que además de contar los pasos que das te resume las rutas que has hecho cada día ya sea andando, en bici, coche o bien otro medio de transporte. Esto es muy útil, por ejemplo, si dando un paseo acabas en una tienda que no conocías. Podrás volver sin temor a perderte mirando el registro diario de Moves.

IMPORTANTE: He decidido no detallar la dieta que estoy siguiendo. Este no es un reto para adelgazar, no reniego de mi talla sino que soy consciente de que mi sobrepeso se debe al mal uso de la comida como medio para controlar la ansiedad y el estrés o para castigarme. Abogo por una relación sana y constructiva con la comida. Si lo que quieres es adelgazar, consulta a un médico especializado. Los trastornos de la conducta alimentaria son un tema muy serio que afecta a muchos jóvenes. Así que no me atrevo a dar recomendaciones nutricionales sin ser una experta. Si como resultado de estos 30 días adelgazo será porque mi IMC es ahora muy elevado, no porque vaya a prescindir de ningún alimento. Seguiré una dieta sana y equilibrada, así que si pierdo peso será porque antes no lo hacía. Para más info podéis contactar a la Fundación ABB.

¡Comenzamos!

Publicado en Proyectos

#7díassinhablar: «Campana y se acabó»

theend

Con una imagen retro y pixelada de Super Mario Bros, no se me ocurre mejor manera de terminar la crónica de este reto que ha sido #7díassinhablar. Ahora que ha terminado lo voy a echar tanto de menos como a mi Super Mario All Stars de Super Nintendo.

Pero vayamos por partes. Queda que os cuente cómo han transcurrido mis últimas 24 horas sin hablar. Y casi casi empezaron hablando. Porque me veo en la obligación de hacer una confesión: hablo sola. Mucho, muchísimo. Tanto o más que con los demás. Cuando estoy en casa y no hay nadie no entiendo por qué no puedo verbalizar mis pensamientos, así que lo hago. En estos siete días es de las cosas que peor he llevado, no hablar sola. Porque la tentación era demasiado grande, nadie me iba a poder escuchar. Así que casi me pongo a comentar el debate que estaba escuchando desde la ducha en voz alta pero ¡me contuve! Por tanto el cómputo total de veces que he hablado en los siete días ascienden a ¡CUATRO! y no más de 20 palabras en total. Me parece un registro digno.

En la misma línea he llevado muy mal no poder cantar. Oye, cada uno tiene sus maneras de liberar el estrés y la mía es cantando en mi casa. No, tararear no es lo mismo y conste que lo he hecho hasta la saciedad. Así que ando a la búsqueda de un karaoke en el que celebrar que he terminado el reto, ¿conocéis alguno? Lo bueno es que sin hablar mi nivel de estrés ha bajado una barbaridad, así que como dicen en mi tierra «lo comido por lo servido».

Mi último día de «enanito mudito» en el trabajo transcurrió como los demás: había quien evitaba interactuar conmigo porque no sabía cómo hacerlo, los que me hablaban por señas como si tampoco pudieran hablar, otros se lo pasaban pipa y me lo hacían pasar a mi (gracias, Kim). Y luego está el sufridor, mi socio Jaime. No me ha pillado ni una frase en toda la semana pero hasta en momentos de trabajo bajo presión se ha armado de santa paciencia para comunicarse conmigo. Aunque creo que le divertía presentarme como «es Marta y no habla». Gracias también a Jaime, que leía lo que yo quería decir, pude salir airosa de mi primera reunión en silencio. Pensé que reunirme con cinco personas más iba a ser tarea imposible. Pero de nuevo aprendí una barbaridad a base de observación, aplicar estrategias y tener que focalizar mi discurso. Tienen mérito todos los participantes en la reunión porque llego a ser yo y le cojo manía a la pavita que no habla, jejeje.

BsrXDjQCMAAnBq1

Y mi último día sin hablar terminó tarareando el cumpleaños feliz a Juan Carlos «el niño», miembro más joven de la comunidad coworker que ha cumplido 18 años. En esta foto quería sacarme un primer plano para ilustrar mi sexto día sin hablar pero ¡se me sentó demasiado cerca!. ¿Cómo lleváis que los demás invadan vuestro espacio aunque sean amigos? Como encima no podía decirle nada al pobre muchacho me tapé con el maletín en plan barrera defensiva. Fue un encanto y nos trajo hasta una tartita, con la que Juan Vázquez (de Sociack) montó un jeroglífico: como se estaba tomando un café y Juan Carlos traía una tarta dijo que aquello parecía el «Startup Café» (ES TARTA + CAFÉ). El chiste es cuestionable, los tiene mejores, pero me hizo darme cuenta de que había desaprovechado el poder de los jeroglíficos para comunicarme. Bueno, de todas maneras siempre he sido una negada resolviéndolos.

Después de eso llegué a casa con menos ganas que nunca de hablar, quería saborear mis últimas horas de silencio. Pasaron rápido, cuando quise darme cuenta era por la mañana y estaban haciéndome la cuenta atrás… Hecho del que no quedaron pruebas porque gracias a la tecnología Apple del iPhone el vídeo desapareció para siempre. ¡Gracias, Steve Jobs!

Captura de pantalla 2014-07-17 a la(s) 13.46.20

Publicado en Proyectos

#7díassinhablar: Sloth ya no quiere a Gordi

 

A lo tonto hemos llegado al último día del reto. Ha sido un día largo en la agencia, así que no he podido relatar antes lo que aconteció ayer martes. Espero que me sepáis perdonar. Ha sido el día en que más tortas de realidad me he pegado. Ya conté en la actualización anterior que estaba fastidiada porque se me han escapado algunas palabras hasta cuatro veces durante el reto. Como consecuencia me llevé todo el día rara, enfadada conmigo misma. Y, claro, en silencio no puedes pagar el enfado con nadie. Aprendizaje: no me mola que las cosas no salgan como yo esperaba. Esta experiencia me ha obligado a enfrentarme a eso varias veces y creo que he mejorado bastante en la materia.

Me perdí el networking de #empleoSM cuando había muchísima gente a la que me hubiera encantado conocer en persona. A los conocidos que me encontré solamente pude saludarles con un golpe de cabeza. Menos mal que las redes sociales están para algo, ¡Gracias a Victoria y Txema por el apoyo!

Captura de pantalla 2014-07-16 a la(s) 19.34.12

Captura de pantalla 2014-07-16 a la(s) 19.32.44Captura de pantalla 2014-07-16 a la(s) 19.35.31

Después en el trabajo estuve varias veces a punto de tirar la toalla y empezar a hablar. «Total», me repetía, «si ya se me han escapado varias veces palabras». Si no lo he hecho es porque doy más valor a no rendirse que a equivocarse. Es una de esas habilidades absurdas de las que hablaba el personaje de Rose McGowan en Planet Terror. Yo los llamo «superpoderes», porque soy más de Marvel.

Terminé de trabajar mientras pensaba todas estas cosas. Ahí llegó un momento felicidad absoluta porque apareció por el coworking Lucía, en adelante «mi intérprete», y resulta que entiende a la perfección todo lo que intento decir gesticulando o moviendo los labios sin hablar.  ¡Qué alivio!. Sobretodo porque se venía al cine de verano de Parque María Luisa a ver Los Goonies y ahora sabía que podría expresarme toda la noche gracias a su traducción simultánea. Me he dado cuenta de que no todos reaccionamos igual cuando hablamos con alguien, algunos somos más sonoros, otros más visuales, etc… Miramos a los ojos, a las manos, a la boca…

El trayecto hasta el cine fue muy divertido. Sobretodo cuando escucho en plena calle Tetuán «Martaaaa». Y resulta que es Phelipe, una de esas personas que te vas encontrando por la vida una y otra vez como si el destino te estuviera soltando una indirecta. Como casi todos en vez de hablar me preguntó por gestos si ya podía hablar. Y ¡bien! estuve antenta para no contestarle «quéeeee». Sobretodo porque segundos antes me había saludado un antiguo jefe, pero no jefecillo sino uno de estos jefes que tienen miles de empleados. No le veía hace años y, claro, cuando se me acerca a darme dos besos pues le tuve que decir «Hola, no puedo hablar por un reto que estoy haciendo»… ¡pero eso es hablar!. Jaime dice que es trampa pero yo argumento que se considera «conversación laboral», que era una de las dos excepciones a #7díassinhablar. Total, ¡ya he perdido la cena!. Por cierto, ¡no voy a invitar a cenar a todo el que me haga hablar! Lo digo porque algunos estáis intentando pillarme con ese propósito, ¿verdad, José Marquez?.

batman (1)

Desde luego estoy sorprendida porque sois muchos los que no comentáis, compartís ni «favoriteáis» mis publicaciones pero estáis perfectamente al día del reto. ¡Eso me está animando muchísimo a seguir!.

El caso es que llegamos al cine de verano y, por más que lo intentamos, no había manera de ver la película sentados. Las sillas habilitadas tenían pinta de estar ocupadas hacía horas, simplemente la cola para comprar una cerveza ya era kilométrica. ¡Nos quedamos sin ver la peli! Moraleja: si vais a ese cine este verano hacedlo mínimo una hora antes. O llevad una silla tipo las que se lleva la gente en Semana Santa para esperar a los pasos. De nuevo esa sensación de «las cosas no han salido bien» se apoderó de mí. Supongo que al no hablar eres consciente mucho antes de tus emociones, lo cual es una ventaja a la hora de gestionarlas. Si todo el mundo hiciera voto de silencio alguna vez en la vida creo que se conocería a sí mismo infinitamente mejor. Entre el cabreo y la caminata que nos pegamos para volver a casa el pobre «husband», que venía conmigo, estuvo a punto de tirarse delante de un coche. Porque, amigos, se puede protestar y lamentarse de uno mismo sin hablar. Créanlo. Me enfado, ala, Sloth ya no quiere a Gordi.

En fin, afronto las últimas horas hasta con pena. Voy a echar de menos lo bien que me lo he pasado estos días. Un detalle: terminaré el reto a las 9:30 horas de la mañana porque en ese momento dará comiendo el International Collaborative Day (#iCollDay) en workINcompany con un desayuno colaborativo. Y me parece un momento ideal para hacer la cuenta atrás y terminar el reto dando paso a otro: convertir el #iCollDay en una jornada magnífica en la que hablaremos de economía sostenible, comunidad, coworking, colaboración… De plataformas como Uber, Time Republik, Social to Crowd… Para el que quiera vivirlo en directo:

10339317_10152996003963219_1371303469785925924_o

Así que #7díassinhablar terminará por todo lo alto, con cuenta atrás y sorpresas durante todo el día. Permaneced atentos porque a través de esta página y de mis cuentas en Twitter, Facebook e Instagram lo iré contando en directo. ¿Estáis preparados para volver a escuchar mi voz? Todavía no he pensado en las primeras palabras que diré una vez liberada, ¿alguna propuesta?

Publicado en Proyectos

#7díassinhablar: Esto parecía más fácil

Con más retraso del que me gustaría os cuento cómo pasé el lunes. Lo primero que os tengo que transmitir es que estoy tristona. Porque he tenido ya tres traspiés. No tengo claro si es un tema de que no pongo atención suficiente en las cosas o de irresponsabilidad. Aún así no voy a cancelar el reto, me merece mucho la pena lo que he aprendido y decir menos de 20 palabras en 7 días enteritos me sigue pareciendo un éxito. En el fondo soy muy competitiva y me he criado en occidente, así que por mi mente pulula la palabra «fracaso» pero cada vez que la escucho en mi interior me digo «aprendizaje». Que me sirva de algo mi formación en cultura japonesa, hombre ya.

batman

La primera vez fue el lunes por la tarde, absorta en mi trabajo cuando pasó algo en la oficina y me quité los auriculares mientras decía «vaya tela» o algo así. Dos coworkers me miraron como diciendo «ejem, estás hablando» y hasta ese momento no fui consciente de que así era. Hoy martes me acaba de pasar lo mismo. Auriculares puestos, me llaman para hacerme una pregunta y mientras me los quito voy contestando en voz alta «yo creo que en Spotify… mierda». Eso del final ha sido porque esta vez me he dado cuenta solita. Y la tercera ha sido en una tienda. Estaba muy subidita por aguantar en un evento (EmpleoSM) toda la mañana relacionándome con gente sin hablar, pidiendo indicaciones con el móvil… y cuando me preguntan «¿qué te pongo?» digo «dos de tortilla y jamón». He puesto una cara de susto tal que el chico de la tienda me ha mirado como pensando «¿se habrá arrepentido de pedir los bocadillos?» En fin, que ahora si que he perdido la cena que me jugué con mis amigos Paco y María. Y mira que me fastidia porque soy tremendamente competitiva.

Captura de pantalla 2014-07-15 a la(s) 17.41.07

Por otro lado empiezo a notar un poco de cansancio por parte de las personas de mi entorno y de mí misma. Yo empiezo a estar que me subo por las paredes. Era divertido el primer día por la novedad, y el segundo por hacer bromas para que intentara hablar. Pero hoy la pregunta generalizada ha sido «¿cuántos días te quedan?». Eso si, debo decir que muy pocas veces me han preguntado por qué lo hago. En el coworking todo el mundo me está apoyando, desde el equipo de gestores a nuevos coworkers que apenas llevan unos días. ¡Gracias a todo workINcompany! En casa mi marido, o «husband» como me gusta llamarle, lo sobrelleva como puede. Bastante mal, la verdad sea dicha. Me estoy dando cuenta de que en contextos sociales actúo un poco como música de fondo. Aunque crea que no me prestan atención, doy vidilla y entretengo. O por lo menos eso deduzco, porque he escuchado varias veces «jo, desde que no hablas esto está más aburrido». ¡Recordadlo cuando vuelva a hablar!

Lo que no cambia es que la gente gesticule como si no les pudiera escuchar o me digan las cosas más despacio. Ahora entiendo la enorme dificultad que supone carecer del lenguaje oral y lo poco dispuestos que estamos a esforzarnos por entender al que no puede expresarse normalmente. Todos deberíamos conocer al menos unos símbolos básicos de lengua de signos, con eso reduciríamos para muchas personas la enorme barrera de la oralidad.

Termino con la más curiosa de las anécdotas. Gemma Nierga me ha copiado la idea, jeje. A ver, a la mujer la operaron hace un tiempo de las cuerdas vocales así que ha tenido que estar en silencio no siete días sino varios meses. Y hoy me he encontrado este audio de su programa en la Cadena Ser, Hoy por Hoy, en el que interrumpía su silencio. ¿Cómo?: radiofónicamente, como pienso hacer yo. La entrevista que le hace Macarena Berlín inicia un debate sobre cómo es estar sin hablar y os aseguro que refleja muchas de las cosas que estoy sintiendo. Me quedo con una frase, que el silencio puede dar miedo porque te obliga a escucharte a ti mismo. Bueno, a mi no me ha asustado sino que estoy encantada de escucharme. Creo que todos deberíamos hacerlo como ejercicio de vez en cuando, digo lo de escucharnos. Pero sin engañarnos, de verdad.

AQUÍ podéis escuchar el corte de audio de Gemma en Hoy por Hoy. ¡Mañana más!

Publicado en Proyectos

#7díassinhablar «Este juego es muy largo»

El fin de semana ha dado mucho de sí. Ha sido la auténtica salida de la zona de confort y una brutal toma de conciencia. El silencio me ha ayudado a identificar perfectamente en qué momentos y por qué sentía tal o cual emoción. Esto resulta vital para poder gestionarla de manera constructiva, he podido ver que antes simplemente dejaba que las emociones me invadieran y las gestionaba mediante la palabra. Elaboraba mediante el discurso oral una especie de lluvia de ideas que me llevaran a identificar la emoción. Ahora me parece más efectivo escucharme en silencio, y resulta más certero.

He observado que no soy la única que hace esto. Al no tener que pensar qué voy a contestar, mientras me hablan puedo analizar mejor el discurso y el metalenguaje de mi interlocutor. Esto me da muchísimos datos sobre su estado de ánimo y sobre lo que me quiere expresar, que me doy cuenta que casi siempre difiere de lo que dice con la palabra. A más habla una persona menos consciente es de todo lo que expresa al margen de las palabras, creo yo. Y más datos regala a quien se pare a escuchar. Pilo Martín, CEO de Con Acento, me dijo una vez que el primero que habla es el que pierde. Esta frase es uno de los motivos que inspiraron #7díassinhablar y ahora la entiendo en toda su extensión.

Por otro lado creo que he pasado ya el síndrome de abstinencia, cada vez necesito hablar menos y me divierte más expresarme de otra manera. Esto es, entre otros motivos, porque claramente consigo más atención sin hablar que cuando suelto largos discursos. El hacerme entender y, si no, escribir lo que quiero decir en Google Traductor me da un tiempo infinito para perfeccionar los mensajes y para mantener a mi audiencia intrigada. ¡Todo son ventajas! Además tengo a mi entorno partido de risa con la voz tipo «loquendo» que reproduce mis palabras. Ayer comencé a probar a usar el tarareo de canciones para expresar qué opino de la situación que se esté dando, en plan banda sonora. Me encantó el resultado, va bien para eliminar tensiones o romper el hielo.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

En lo que se refiere a redes sociales, el fin de semana ha sido tranquilo. Excepto momentos puntuales he estado alejada de los ordenadores por exigencias familiares. Eso si, personas cercanas me cuentan que son muchos los que me conocen y les preguntan si es verdad que estoy cumpliendo el reto y cosas así. Gracias por el interés y por acompañarme en este camino 😉 Por lo general, hasta ahora estoy notando un efecto positivo en las personas con las que me estoy relacionando en persona. Debo reconocer, a mi pesar, que me hablan con más libertad y más relajadas. Por contraste ya me han dicho varias veces que echan de menos escucharme parlotear o mi tono de voz. Con lo de gesticular me he encontrado con una curioso fenómeno, hay gente que me entiende a la perfección y otros nada de nada. No sé si será cuestión de compartir códigos comunicativos, conexión… En el caso de uno de mis cuñados es experiencia tratando con extranjeros sin compartir idioma. Otro dato curioso que dejo sobre la mesa para que entre todos saquemos conclusiones.

Sin embargo, me he enfrentado a una dura prueba: la visión de un niño. Mi sobrino mayor tiene cuatro años y solemos jugar a todo tipo de cosas cuando estamos juntos. Así que no me supuso un problema explicarle (con la voz loquendo de Google Traductor) que la tita estaba jugando a no hablar durante siete días. Lo entendió a la perfección y me apoyó desde el minuto uno. Si alguien me hablaba le decía que hoy su tita estaba «muda». Y si la persona no entendía por gestos lo que le quería decir, mi sobrino ponía cara de condescendencia y la explicaba «que no puede hablar». Como niño vivió el juego intensamente, atento a si de mi boca salía cualquier ruido aunque estuviera absorto viendo Bob Esponja. Eso si, pasadas unas dos horas me empezó a decir «tita, este juego es muy largo» más bien informándome que quejoso. Gran aprendizaje que debemos hacer observando a los pequeños: da igual lo que hagas pero hazlo intensamente, vívelo al 100% y no te atasques. Pasado el tiempo adecuado, céntrate en otra cosa. También me demostró cómo un niño puede apoyarte incondicionalmente en algo que no termine de entender o con lo que discrepe. ¿Por qué perdemos todas esas capacidades al crecer?

Hoy lunes el día me traerá nuevos retos, pero nada comparable al de mañana: asistiré al evento Empleo Social Media en Sevilla pero no podré decir ni una palabra. Si me lee algún alma caritativa que vaya a asistir me vendría muy bien alguien que estuviera cerca para explicar mi reto a quienes me hablen, jejeje.

Publicado en Proyectos

#7díassinhablar Día 2: Disco chino

discochino

Bueno, termina el segundo día de experiencia. Ha sido más estrambótico que el primero si eso era posible. Hoy tocaba la prueba de fuego definitiva: pasar el día trabajando en workINcompany. En casa seguíamos sin luz así que la idea me seducía. Lo primero que me he encontrado ha sido incredulidad, «ah pero, ¿estás haciendo de verdad lo de no hablar?», después sorpresa y al final ¡mucho cachondeo!. Jaime, mi socio en Nativo Social, me ha vetado de las reuniones hasta que termine el experimento porque opina que «no tengo nada qué decir». Me he hecho un cartel para explicar la situación a quien se dirigiera a mi y, claro, las carcajadas debían escucharse desde Diario de Sevilla.

Hay gente que opina que son demasiados días, otros que el reto es demasiado extremo y la más tierna del día ha sido Teresa Suárez que pensó que era una promesa y que me incomodaría si hablaba ella. Así que nos ves a las dos gesticulando como locas una al lado de la otra. Mis hermanas, que por lo visto estaban tomando café juntas, se han dedicado a llamarme pidiéndome que no hablara. Únicamente debía reír para decir SI y mantenerme en silencio para NO. Con esa premisa han empezado a hacer bromas en plan «¿me prestas mil euros?». He aguantado como una jabata sin reírme ante esa pregunta.

Mención especial merece Iván Dequito que ha hecho de verificador del experimento con un vídeo que he compartido en Facebook. Hay por ahí una toma falsa bastante interesante, espero que se anime a compartirla. El caso es que ha certificado mi mudez a excepción de un quejido parecido a un «noooooo» cuando me había parecido que alguien ha propuesto ver la película de acción real de Dragon Ball. En mi favor diré que la ocasión lo merecía y que no era un «no» sino un alarido que no significa nada…

En redes la participación va subiendo, ¡gracias a todos! Me lo estoy pasando pipa y veo que algunos estáis enganchadísimos a la experiencia. Porfi, intentad usarme el hashtag #7díassinhablar para que luego tengamos una bonita recopilación.

Captura de pantalla 2014-07-12 a la(s) 01.50.25 Captura de pantalla 2014-07-12 a la(s) 01.50.41 Captura de pantalla 2014-07-12 a la(s) 01.51.57 Captura de pantalla 2014-07-12 a la(s) 01.52.14

Como el tema de la luz no se solucionaba pero no podía llamar a mi seguro, opté por exponer mi problema en Twitter y Mapfre se adaptó a mis limitaciones transitorias atendiéndome vía DM. Así que a las 23 horas más o menos volvía a tener luz. Yupi.

Os cuento ahora mis sensaciones. Hacía mucho tiempo que no me sentía tan relajada y segura de mí misma. Mi mente es como que está más clara. Mantengo un diálogo relajado y constante conmigo misma, sin tener la cabeza perdida en mil cosas como antes. Nunca había entendido hasta hoy por qué se suele decir que las personas sabias hablan poco. Creo que necesitaba rellenar silencios, agradar a los demás constantemente a través de la palabra. Eso suponía un círculo vicioso de inseguridad que, al romperse, me ha liberado de muchísimo agobio. No poder hablar me obliga a focalizar y priorizar qué decir. Ahora cada palabra importa, la comunicación debe ser altamente efectiva.

Me pasa también que mi mente da la orden de hablar sin preguntarme, y te ves casi pronunciando palabras mientras intentas distorsionarlas para que nadie las entienda. Con eso me estoy dando cuenta de que muchas veces hablamos por rellenar silencios, por hablar, sin escucharnos ni nosotros mismos.

Me lo he pasado como una enana desarrollando estrategias para comunicarme. Desde el bloc de notas básico a la lectura robótica de Google Traductor pasando por multitud de gestos incomprensibles. Por cierto, soy malísima gesticulando. Al llegar a casa, recordando una sugerencia de nuevo de Iván, se me ha ocurrido una nueva técnica: ¡tararear canciones!. Cada canción es un posible mensaje que puedo transmitir, así que ya he empezado a ponerlo en práctica. Por eso el día de hoy ha tenido mucho de disco y de filipino para mi.

Debo dar las gracias a Alberto y Jaime, socios de workINcompany, y a todos los coworkers por animarme y apoyarme en esta locura. En el fondo lleváis mal que no hable, lo reconozco. En mi mesa ya luce un marquito explicativo (podéis verlo en instagram y demás redes) para que todo el que llegue nuevo se quede con la copla.

Y así doy el día por completado. Mañana habrá que inventar nuevas formas de expresión, aunque como me vaya bien con el tarareo de canciones me voy a aficionar. Soy una melómana sin remedio y me encanta cantar. ¡Buenas noches!

Publicado en Proyectos

#7díassinhablar Día 1: Lights off

¡Buenos días de viernes!

Aunque en las primeras 24 horas de reto tuve que hablar, y bastante, la experiencia está mereciendo la pena desde el minuto uno. Tras una mañana de recados silenciosos descubrí que uno puede hacer la compra en silencio. Cosa que me sorprendió porque yo suelo terminar entablando conversación con todo el personal cuando entro a una tienda. Es más, algunos hasta me pareció que agradecían el silencio.

ideas

Cuando llegué a casa a mediodía preparé un cartelito-resumen para mi marido «voy a comer arroz, ¿cómo estás?…», todo lo imprescindible. Segunda sorpresa: lleva fatal eso de que no hable. Dice que echa de menos mi voz y mi parloteo. ¡Toma ya! Eso me lo guardo para futuras ocasiones.

A partir de las 14:30 mi reto se convirtió en «Desafío Extremo» cuando dejó de funcionar la luz sin que a esta hora lo hayamos resuelto (y lo que queda). Ahí comenzó un rosario de llamadas a Endesa, que se lavó las manos desde el primer momento y me derivaba de un departamento a otro. Después tuve que llamar a un electricista, doy las gracias al equipo de Mister Brico por hacernos un hueco casi imposible. Obviamente tuve que hablarle cuando vino a mirar mi instalación. En resumidas cuentas, ayer estuvimos entre una cosa y otra con técnicos en casa hasta las 2 AM y hoy vamos por el mismo camino.

En redes sociales el cachondeo está siendo extremo. Como podéis observar hay de todo: apuestas, boicots, apoyos y hasta una cena en juego. La comunidad en general es escéptica por el momento, habrá que ir viendo la evolución. ¡Gracias a todos por participar!

Captura de pantalla 2014-07-11 a la(s) 11.43 Captura de pantalla 2014-07-11 a la(s) 11.44 Captura de pantalla 2014-07-11 a la(s) 11.44.17 Captura de pantalla 2014-07-11 a la(s) 11.44.51

Una vez se terminó la batería de mi portátil y al iPhone le quedaba lo justo para supervivencia empezó el verdadero aprendizaje. Reencontrarte contigo mismo en total silencio, sin ningún dispositivo electrónico en el que refugiarte. Vuelves a escuchar, por muy cursi que parezca, el canto de los pájaros, a los niños reír a carcajadas en la calle, las conversaciones casuales de vecinos que se encuentran. Te das cuenta que llevabas demasiado sin mirar a los ojos fijamente a tus perros, sin tener con ellos ese diálogo silencioso de las caricias y el jugueteo.

Tuvimos que pasar la tarde en la calle, en un velador con un refresco tras otro aprovechando que había algo de corriente. Aunque como digo mi marido lleva mal mi silencio, ahora me doy cuenta de la de cosas que tiene qué decir. Tengo duda de si hablaba tanto para provocarme a hablar o por la tranquilidad que aporta el saber que no te interrumpirán. Hemos hablado más que en muchos años, sentados en un velador o en un banco como cuando éramos adolescentes. Quitando el dinero que nos pueda costar el arreglo y que la  comida se nos ha estropeado, la avería de luz ha tenido muchas cosas buenas.

lightsoff

Al final del día me habían recomendado rendirme por varias vías, dar el día por fallido debido a los problemas con la luz. Pero no, lejos de desanimarme me estoy viniendo arriba. ¿Hasta dónde seré capaz de llegar? Hoy Alberto, de workINcompany lanzaba la broma de «¿y si lo mantienes un mes?». Bueno, si me lo propusiera estoy segura de que lo conseguiría. Y si la recompensa es buena, igual me lo planteo, jejeje.

Así que he añadido algunas horas al reto porque tuve que hablar con los técnicos ayer. Ahora terminará el día 17 a las 20 horas, cuando cierre workINcompany. Podremos hacer cuenta atrás y los coworkers podrán salir huyendo de mi a las 20:01.

Seguiremos informando.