48 kilómetros 58.000 pasos 11:30 horas
4 cambios de ropa/zapatos diarios 2 días con agujetas
Anteriormente, en #7díasandando…
Mi propósito de año nuevo para este 2015 era llenar el año de retos. O, mejor dicho, micro-retos. Incorporar habilidades o rectificar malos hábitos. Como sin salud el resto de facetas de la vida se complica, comencé por decir adiós a la vida sedentaria. Yo, adicta al transporte público, y a cualquier avance tecnológico que me ayude a desplazarme sin esfuerzo, iba a renunciar durante 7 días a todo eso e iría únicamente andando a cualquier parte.
Como ya conté en el anterior post, en el que os detallé la experiencia del primer día, antes de comenzar me odié por la decisión tomada. Vivo a unos 5 kilómetros de workINcompany, en pleno centro de Sevilla. En todo momento contemplé la posibilidad de rendirme y cancelar el reto en alguno de los trayectos simplemente para ir o volver del trabajo. Pero no pasó. Teniendo en cuenta que la última actividad física estable que realicé fueron las clases de gimnasia del instituto… al final de la semana (spoiler) me sentí bastante orgullosa de mí misma.
Motivación
«Puedo llegar a cualquier parte que me proponga», sin necesitar nada más que motivación y mis pies. Ese pensamiento positivo es el mayor patrimonio que me llevo de este reto, lo he incorporado a mi actividad diaria personal y profesional. La velocidad a la que andamos permite que veamos el mundo que nos rodea con más detalle, que observemos escenas cotidianas que pasan desapercibidas a ojos de la mayoría. Cruzar tu mirada con otro ser humano y, sobretodo, una sonrisa es la mejor dosis de energía que existe. Además, mientras andas no puedes (al menos no es fácil) ir mirando el teléfono, la tablet o el ordenador. Te ves «obligado» a conectar con el mundo que te rodea y, como mucho, ponerle banda sonora. ¿No os encanta ponerle banda sonora a las cosas?.
Planificar y priorizar
A priori pensé que tardaría mucho más en llegar a los sitios, pero apenas noté la diferencia. De casa a la puerta coworking tardo alrededor de una hora en autobús y unos 40-45 minutos en metro. Andando tardo siempre 55 minutos. Peeeeero, como yo eso no lo sabía antes del reto, planifiqué mi semana al detalle. Prioricé los eventos y las reuniones organizándome itinerarios que me evitaran desplazamientos innecesarios. Incluso distribuí las tareas de manera que el miércoles pudiera trabajar desde casa y así descansar las piernas. Eso aumentó mi productividad esa semana, no tenía que pensar en cada momento con qué tarea ponerme o qué venía después. Sabía a qué hora debía irme, así que no podía andarme por las ramas escribiendo tal post o documentándome con cual cosa. En este aspecto, un dato curioso: tengo tendencia a llegar hasta 15 minutos tarde de la hora que me propongo, por eso las programo en la agenda con 15 minutos de antelación. Pues bien, cuando voy andando a un sitio suelo llegar con anticipación. ¡Organizarse mola, amigos!.
¡Focaliza, Marta, focaliza!
Puedo llegar a ser muy caótica. A algunas tareas que deberían ser rutinarias dedico un tiempo excesivo probando nuevas maneras de hacerlo, nuevas herramientas, tendencias… Cuando necesitas estar segura de que la ruta que escoges para ir a un sitio es la más corta mientras andas ¡ya te digo si focalizas!. Conseguí testear hasta tres aplicaciones en tiempo real antes de decidir una ruta en base a los mejores resultados. La conclusión es que poder, se puede, pero que si no vemos la presión de la fecha de entrega de una tarea podemos irnos demasiado por las ramas. Concretar, enfocarse a objetivos. Es la clave.
Tu cuerpo es más listo que tú
O, al menos, el mío lo es. Los niveles de hambre, ansiedad, cansancio y estrés bajaron drásticamente durante los días en los que anduve una hora al día o más. Notaba el cuerpo más ligero, despierto. Un momento clave del proceso fue la primera mañana. Llegué al trabajo con las pilas cargadas, una sonrisa en los labios y activa. Pero por el camino me cruzaba con personas deambulando cabizbajas, tristes y medio dormidas. Confieso que desde que finalizó el reto he andado menos de lo que me gustaría, pero cuando lo hago es por conseguir estas sensaciones de las que hablo.